Economía al alcance de todos
Alfredo Pastor, en su libro “La ciencia humilde. Economía para ciudadanos”, presenta un manual muy completo donde nos da las claves para entender la economía en un mundo donde cada vez juega un papel más importante.
La economía está muy ligada a nuestro día a día, no hace falta ser político, ni trabajar como agente de bolsa o en un banco. Estoy segura de que, a menudo, escuchareis en las noticias o en algún discurso político términos como crisis, paro, inflación o burbuja especulativa. Sin embargo, la mayoría de nosotros no sabemos bien su significado. He aquí la razón de este libro. “La ciencia humilde” no es un libro para economistas o especialistas de otros ámbitos, es para todo aquel que esté interesado en conocer un poco más lo que ocurre en la sociedad actual y comprender la realidad económica.
Para empezar, es interesante saber un poco más sobre el autor. Alfredo Pastor es un economista con gran experiencia docente, hecho que se ve claramente reflejado en el libro, y ejecutiva, tanto en el sector público como en el privado. Está especializado en la Unión Europea, la política económica española, el papel del estado en una economía de mercado y la economía china. Entre otros, cabe destacar su labor como consejero del Banco de España (1990-1993) y como decano de la ‘China Europe International Business School’ (2001-2004). De hecho, por su trabajo en CEIBS, recibió la Gran Cruz de la Orden al Mérito Civil (2004). Más allá de esto, también ha sido galardonado con el Premio Godó de Periodismo (2011).
Antes de avanzar con la lectura, el índice nos adelanta lo que nos encontraremos. Así, en un primer vistazo podemos observar como el libro, de 353 páginas, está dividido en doce capítulos. Cada uno de ellos va dedicado a un tema distinto, pero estrechamente relacionado con el resto. Estos son: El mundo económico, donde hace una pequeña introducción a las economías mundiales y presenta términos como el PIB; Las cuentas de una economía, en el que habla del flujo circular de la economía; La inflación; El desempleo; La política monetaria; La política fiscal y las políticas de oferta; La balanza de pagos; El tipo de cambio; Crisis y burbujas; La crisis del 2007; La globalización; y Tres asuntos importantes, donde habla del papel del Estado, la distribución de la renta y la naturaleza de las leyes del mercado.
En el interior de cada capítulo, hay notas a pie de página donde Pastor hace aclaraciones de lo explicado o cita otras publicaciones. También, abunda el uso de gráficos, tablas y esquemas, muy útiles para ilustrar la teoría y aportar datos de una forma más visual. Del mismo modo, al final de todos los capítulos encontramos un apartado denominado Notas de lectura. Aquí, el autor ofrece al lector la posibilidad de complementar lo aprendido con recomendaciones de libros y otros estudios.
Una vez, empiezas a leer el libro, puedes observar cómo, a medida que van pasando las páginas, va aumentando la complejidad de lo explicado. De hecho, los cuatro últimos capítulos son, seguramente, los más enrevesados y los que más relacionados están con la sociedad actual. Sin embargo, gracias a los conocimientos que vas adquiriendo de forma gradual este salto es prácticamente imperceptible.
A través de una narrativa clara, un estilo directo y la sencillez con la que expone la teoría, Alfredo Pastor consigue cambiar radicalmente la idea que muchos tienen de la economía. De esta forma, alcanza su propósito de acercar la economía al ciudadano.
Un punto a destacar de su libro es el uso de ejemplos, e incluso chistes a pie de página, para la explicación de los diferentes términos y lo que estos implican. Sin duda alguna, esto hace más atractiva la lectura y facilita la interpretación de conceptos complejos. Uno de los recursos que más utiliza es la simplificación. Para Alfredo Pastor, “Robinson Crusoe es el gran amigo de la economía”. Tomando a este como ejemplo, reduce las grandes economías a su isla, donde solo participan dos actores: el famoso náufrago de la novela de Daniel Defoe, Robinson Crusoe, y su fiel amigo, Viernes. Gracias a ellos, los cocos y los pescados, conceptos como “ahorro es igual a inversión” toman sentido.
Otro de los recursos que utiliza son las anécdotas, muy útiles para captar la atención de los lectores. Una de las más curiosa es la citada en la página 27. Explica que el economista W. Nordhaus calculó que la cantidad de luz de una bombilla de 100W, encendida tres horas al día durante un año, equivalía a la producida por 15.000 velas de cera. Un obrero del siglo XIX tendría que trabajar medio año para pagar esa cantidad de velas, mientras que, en la actualidad, diez minutos de trabajo cubren el precio de una bombilla. Esta anécdota sirve para ilustrar “el potencial del progreso técnico para mejorar la existencia material de la humanidad”.
Adentrándonos un poco más en el libro observamos que, aunque fue publicado por primera vez en 2007, hay muchos aspectos que nos remiten a la actualidad. Por ejemplo, uno de los más destacables, huyendo del tópico de la crisis o el desempleo, es la globalización. Él mismo la define como “la formación de un mercado mundial a partir de los mercados nacionales”. Pese al carácter antiglobalizador de algunos líderes políticos como Donald Trump (con el proteccionismo) o Theresa May (con el Brexit), es innegable afirmar que la globalización está a la orden del día. No solo eso, sino que alcanza todos los ámbitos: política, economía, comunicación, comercio…
En conclusión, “La ciencia humilde” es un libro que expone la teoría de forma sencilla, pero aun así no podemos obviar que su extensión y la complejidad de los conceptos explicados puede hacer, en algunos casos, la lectura tediosa. Aun así, es una herramienta muy útil para entender el mundo actual ya que su concepción sin la economía es imposible.
